Pintura acrílica en tubo
Pintura para artistas a base de resina 100% acrílica y pigmentos puros de calidad. Gamas de colores intensos y resistentes a la luz. Se aplica sobre multitud de soportes porosos (lienzo, madera, cartón, etc.) Secado rápido. Diluye con agua.
Colección ACRYLIC Prismo, en tubos de 120 ml.
Colección Titán Goya, en tubos de 230 ml.
Acrílico Acualux TITÁN
Colores inalterables, opacos o semi transparentes, según tonalidad. Sólidos a la luz, no amarillean y muy flexibles.
Perfecta adherencia sobre cualquier tipo de superficie. Aplicados con el medium adecuado, pueden conseguirse aspectos de acuarela, gouache, óleo, etc., hacer veladuras, transparencias y efectos especiales.
Barnices para cuadros
Barnices protectores de acabado final. Aplicar en capa delgada cuando los colores estén totalmente secos. No amarillean ni envejecen. Reversibles. Secan por evaporación. Protegen a la pintura contra la humedad, grasas, polvo y contaminación en general. Elásticos, no se cuartean. Acabados: mate, brillo y satinado.
Barnizar un cuadro de pintura acrílica
Es aconsejable barnizar un cuadro para darle una “capa de protección”. Para ello, necesitaremos una paletina de pelo sueve y barniz para acrílico.
En el acrílico, y en otras técnicas, el barniz actúa como protector, además de ser un elemento más de la estética de la obra. El barniz puede jugar a favor de la obra aportándole un matiz diferente, por ello es importante conocer el barniz y hacer pruebas antes de aplicarlo a un cuadro.
El acabado de la pintura acrílica tiende a ser mate por su componente acuoso, aunque se puede corregir empleando un medium acrílico brillante durante el proceso de pintado, y este acabado puede variar al barnizarla, pudiendo cambiar el resultado esperado para la composición.
1º Asegurar que la superficie de la obra esté limpia y seca. Hacerlo en un ambiente limpio, pues cualquier mota de polvo puede quedar atrapada en la capa de barniz.
2º Seguir las indicaciones de cada fabricante y distribuir el barniz uniformemente sobre la obra con un pincel o paletina. Cuanto más ancho sea, menos pasadas precisaremos y el acabado será más limpio.
3º El trazo del barnizado debe ser lento y firme.
También existe la modalidad de barniz en spray, que aplicaremos a unos 15-20 centímetros del lienzo. Para ello, debemos proteger la zona de trabajo para no mancharla.
Debemos conocer los barnices y saber cuál es el acabado que deseamso, además de las características de nuestra obra.
Zonas oscuras. Si éstas predominans en tu cuadro debes llevar cuidado con los barnices mate y satinado, porque al aplicarlo con el pincel es probable que queden rastros de la pasada, quedando zonas desiguales.
Superficies en relieve. Es más importante tener en cuenta el tipo de pincel empleado, además del barniz seleccionado, teniendo en cuenta que en estos acabados la diferencia de tono que pueda dar si en los relieves del lienzo se almacenara mayor cantidad de barniz que en otras partes de la obra, por lo que es aconsejable comenzar por las partes más abruptas con un pincel fino esparciendolo bien, y luego cambiar a una paletina o pincel mayor para las las superficies más llanas.