Exposición Egipto: El Viaje a la Eternidad, en el MAHE de Elche

Bajo el título de «Egipto: El Viaje a la Eternidad«, el Museo de Arqueología e Historia de Elche-MAHE, presentó durante los meses de enero a marzo de 2007 una exposición sobre el arte funerario egipcio en la que se presentaba un centenar de piezas originales y la colección de fotografías del descubrimiento de la tumba de Tutankhamon tomadas en 1922 por el estadounidense Harry Burton. Las imágenes se acompañan con una serie de pasajes sobre el hallazgo extraídos del diario de excavaciones del arqueólogo Howard Carter. La exposición organizada por la Fundación Arqueológica Jordi Clos y el Museo Egipcio de Barcelona, pretendía mostrar al visitante la importancia que para los antiguos egipcios tenía la vida en el más allá y los esfuerzos realizados para aspirar a la eternidad mediante la momificación de los cuerpos.

 

La muestra se estructuraba en dos partes. En una se presentan 82 piezas originales adquiridas en subastas internacionales por la Fundación Jordi Clos y que se enmarcan en un periodo de tiempo que abarca desde la época predinástica hasta la tardía prerromana, ya en el final de la antigua cultura egipcia. Tras su restauración, algunos de estos objetos se exponen por primera vez al público en Elche, según explicó Joan Clos durante la presentación de la muestra.

 

En la segunda parte se presenta una secuencia de 53 fotografías pertenecientes a colecciones de museos de Londres y Nueva York correspondientes al descubrimiento de la tumba de Tutankhamon, que está considerada como uno de los principales acontecimientos de la historia de la arqueología, ya que en su interior se encontraron numerosos objetos rituales y personales además de la famosa momia del faraón egipcio.

 

En las imágenes que se exponían se podía contemplar al obrero Pashedu apagando su sed junto a una palmera, columnas palmiformes y palmeras en el tempo de Unas, una cucharilla en forma de palmera, reproducciones en columnas monolíticas de piedra para tumbas y templos, su uso como signo jeroglífico, o simplemente para dar sombra y apaciguar el calor. Entre las piezas de la muestra se incluye una figura del dios Osiris en bronce, de entre el 664 al 525 antes de Cristo, una estatua funeraria de entre el 1.070 y el 715 ante de Cristo, y la imagen de una portadora de ofrendas de entre el 2.040 al 1.640 antes de Cristo. También resulta curiosa la momia de un gato, de entre el 715 al 332 antes de Cristo.

 

 

La cámara de Harry Burton fotografió en blanco y negro el trabajo del arqueólogo, los momentos más importantes del hallazgo y las estancias del enterramiento tal y como aparecieron. Las imágenes se acompañan de extractos del diario de excavación de Howard Carter, creando una narración única, afirmó el conservador del Museo Egipcio de Barcelona, Luis Manuel Gonzálvez Ortega, quien también recordó que la exposición tiene el atractivo de rendir un homenaje especial a la ciudad y al palmeral, dada la especial vinculación que ha mantenido con la cultura egipcia. La palmera estaba considerada como un árbol de eternidad. Su rama servía para anotar el cómputo de los años, su madera se empleaba para la elaboración de sarcófagos y el vino de dátil era una de las ofrendas especiales para los difuntos.
En su intervención, Joan Clos destacó que para su presentación en Elche y de acuerdo con el entorno, se ha querido destacar la importancia que la palma tenía para los antiguos egipcios. Era considerada como un elemento de la eternidad porque era un símbolo para llevar el cómputo de los años. La cultura del antiguo Egipto sigue teniendo un gran poder de atracción sobre el gran público. En opinión de Luis Manuel Gonzálvez, las claves que explican éste fenómeno son fundamentalmente tres. Son piezas de miles de años «que se han hecho con materiales frágiles pero que se han conservado bien». Además, se trata de una producción «que motiva al ser humano al tratar de la religiosidad y el mundo funerario». Por último, está el atractivo que supone cómo «en un pequeño espacio geográfico afortunado fue capaz de gestarse y mantenerse durante tres milenios» esta cultura.

 

El alcalde de Elche, Diego Maciá, agradeció la colaboración de la Fundación Arqueológica Clos, y afirmó que, con esta muestra el MAHE reafirma su compromiso de traer a Elche «exposiciones de calidad que hoy presentamos». El concejal de Cultura, José Manuel Sánchez Asensio, recordó que la de Egipto es la primera de las exposiciones que a lo largo del año acogerá el Museo Arqueológico y de Historia de Elche.

 

Como distintivo de la muestra, a la entrada del MAHE se instalaron dos esfinges que representan la reproducción de las esculturas faraónicas del templo de Abu Simbel, elaboradas en piedra artificial.

 

Sala Temporal del Museo Arqueológico y de Historia de Elche – MAHE

Inauguración: jueves 25 de enero 2007, a las 20 h.

La muestra se pudo visitar del 25 enero, al 25 marzo 2007.

Horario de visitas: 10 a 13.30 h. y 16 a 20 h., de martes a sábados. Domingos y festivos: 10.30 a 13.30 h.

 

La muestra Egipto: El Viaje a la Eternidad, fue visitada por más de 25.000 personas, según informaron en un comunicado fuentes del Ayuntamiento de Elche, quienes destacaron «la participación de 3.000 escolares con visitas guiadas y talleres didácticos». Esta muestra de arte funerario del Antiguo Egipto «ha constituido un auténtico acontecimiento para la ciudad, ya que han sido muchos los ilicitanos que se han acercado hasta ella para ver el centenar de piezas originales y la colección de fotografías que recogen el proceso del descubrimiento de la tumba de Tutankhamón».

 

A los 3.000 alumnos que visitaron la exposición con la ayuda de un monitor, se les explicaba los secretos de las prácticas funerarias de los egipcios. Posteriormente, los escolares participaban en un taller de escritura jeroglífica. Así, tras la proyección de un audiovisual los alumnos aprendían a escribir su nombre sobre un fragmento de papiro, que finalmente podían llevar a casa.